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miércoles, 6 de julio de 2011

Otoño navegante


Otoño, la hoja se desprende de su rama, fiel sustento durante meses, va en dirección a la tierra, pero los soplos continuos fríos de la lejanía, donde fabrican las ráfagas, alejan a esta hoja del territorio tenue, que dará por concurrida y finalizada su vida de muestras a todo ser que la vio meciéndose, mantenida por los miles de brazos del fuerte roble, caen en estos tiempos sus hijos e hijas, como lágrimas cuando despedimos a un ser querido, que se aleja a un rumbo incierto, los vientos alados contraatacan, como rechazando la idea de que concurra a su descanso, sigue navegando sobre las manos de aire hasta que cruza un pueblo nuevo a sus sentidos, donde el sol ilumina a sus hermanas recostadas y pensantes, desea caer ahí, pero su destino disponía de otra idea, la de tocar agua, un río a su costado y luego un mar, experiencia virgen, nunca navego por olas tan profundas de esa calidad, ahora un nuevo elemento natural la acompañaba, el agua de su futuro, una nueva hoja sentimental nacía.

Por Kosmisch

Imagen: Charo Martin Mejias


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