Seguidores

jueves, 22 de octubre de 2015

El húmedo pasado



Estaba en el parque, jugando con un frisby, y la habitación del al lado cerrada, mi pueblo, mi ciudad, aislada del mundo, unitaria, federal, aquí siempre vengo a jugar, aquí encuentro soledad y nutrición para mis espacios mentales, aquí recreo lo que me plazca, lo que me dicta el corazón y la mente, pero esa casa, esa casa que me mira a lo lejos, solitaria  también como yo , pero sin juegos, sino observando, capaz observándome, con ventanas cerradas, oscuras, neutras, silenciosas.

¿Quien vivirá allí? ¿Habrá vida? o solo ella sola  estará respirando, parece húmeda, mugrienta, misteriosa, ni mis preguntas me obligan ni siquiera a acércame a ella, ni la inquietud de mis pies, ni la arrogancia que da vuelta las negaciones.

Dejo que me siga mirando ¿o soy yo el que no para de mirarla, de sentirla?
La dejo que sea, le quedan varios años más de vida, hasta que la civilización llegue y la destruya, aunque su humedad seguirá viva, hasta que vengan nuevos aires refrescantes, vivificadores.

Recuerdo mi frisby y allí regresa, en este día de ventisca que lo aprovecho lo mejor posible, allí vuelve, y vuelve mi niñez, que vino aquí a jugar , a despejarse, a pensar, y esa humedad que es mi pasado quede allí, a lo lejos, como un vago recuerdo de lo que fue, y con estos vientos frescos y vírgenes también hará alejar el denso recuerdo húmedo de lo que era,  las nuevas brisas del presente, traen mis juegos a mis manos, y la casa desaparece, dejando el recuerdo de esas paredes, y viendo el césped a mis pies ligeros pidiéndome que los navegue completamente con mi cuerpo, allá voy horizonte.

Por Kosmisch

miércoles, 21 de octubre de 2015

Verano y otoños juntos


La miraba en donde nace el arco iris, en donde cantan las ranas y saltan los canguros, donde nos conmueven los llantos pequeños o risas veraniegas, de niños descubriendo el mundo.

Así te miraba aquel día de verano, donde todos transpirábamos sin cesar, anhelando un refresco en nuestras frentes, una gota que nos distraiga del infierno externo, pero te vi contestando un mensaje de texto y los fríos o calores nacieron, se naturalizaron en un estado de placentero refresco humano, tu pose y tu presencia eran eternas, eliminando todo pronostico de clima.

Por Kosmisch

domingo, 18 de octubre de 2015

El aguijón de la esquina



No tenias que mirarme, no era justo, tenia mucho que hacer en ese día, mucho que completar, mucho que organizar, pero lo hiciste, no sabia luego para donde mirar, ya que estabas clavando tus zarzas de miel sobre mi cuello, pero lo hacías, y el tiempo detuvo su vaivén, y giro hacia atrás, y todo volvió a rejuvenecer a mejorar, a palpitar. Si sabia lo que iba a ocurrir, hubiese girado por la otra esquina, no para escaparme, sino para usar yo mismo mis aguijones y hacerlo primero.

Por Kosmisch

Salirse del globo



No buscaba encontrarte, pero en aquel globo volabas, te movías con presteza y elegancia, sabiendo donde te dirigías, con el oxigeno puesto en tus proyectos y arrogancias, te vi venir, el viento movía tus direcciones, me invitaste a pasar y te tome de la mano, saliste del globo y preferiste caminar junto a mi mano, hacia las gaviotas y allí darles de comer.

Por Kosmisch

miércoles, 14 de octubre de 2015

Quietud aparente



Las ondas del estanque parecían quietas
Pero el viento les daba vida
Lo que parece estancado tiene plenitud interna
Lo que en calma aparenta vibra en sus partículas
Nosotros como alma vibrante nos reconocemos
Como espejo fiel de aquellas ondas movedizas
Que nos llevan al presente mismo de nuestros pulsos sonoros.


Por Kosmisch

domingo, 11 de octubre de 2015

La mirada bien puesta





Cuánta razón los parpados, que amerita el encuentro de la visión, de la realidad a la que llegamos, a la razón que acordamos, pupilas abiertas con al esperanza de un encuentro, de una apertura, de palpar visualmente lo que nos toca vivir y sentirlo, como una realidad suprema.

Por Kosmisch

domingo, 4 de octubre de 2015

Mirada samurai



Razono con la presteza del samurai, atendiendo a los sonidos, a los clamores, a las arrogancias del vecino y del mafioso panadero, atendiendo las frutas del pasado y las semillas del presente, logrando comenzar a desarrollar la técnica de la escarlata, del difunto correa y las atenuantes confabulaciones hechas de antemano, miro fijamente la mirilla de mi cuarto perlado para que aquella mosca soplona no me delate.

Por Kosmisch

viernes, 2 de octubre de 2015

La vida acompañante



Todo pasa, largamente, rápidamente, los reflejos se pierden, los comensales se retiran, quedan los anhelos, los recuerdos, los adioses, queda lo que es, lo real, lo establecido, la vida misma, lo que hemos hecho, lo que vendrá, el agradecer lo vivido, el respirar de ahora, para luego otro compás largo, palpitante, como las olas de un río y el viento acompañándolo siempre por detrás.

Por Kosmisch
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...