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viernes, 30 de septiembre de 2011

Sirenas


La generosidad se filtra igualando al otro maestro de la escuela pianística, donde sus dedos vigorosos aletean en las teclas de notas musicales, concordando sonetos alabadores para los oídos mas aptos, ruidos de sirenas marinas apagando el fuego del deseo, capitanes calientes queriendo apaciguar su sed de pertenencia marina y soldados hambrientos, dudando si saltar al mar incontrolable lleno de sensualidad o quedarse en sus fosas mentales, las niñas, ya mujeres con cuerpos ondulantes, aletean las piernas para llegar a un puerto seguro, donde obtendrán lo que en una época fue ser una Dama, con sus delicados toques delicados, cuando en aquellos tiempos podían usar zapatos, vestidos largos, usándolos con gran agrado y destreza, bajando largas escaleras de manera vertiginosa e inigualable, haciendo recordar a los espectadores masculinos como es un ejemplo de dama de primera categoría, con sus lentejuelas y brillos, salvo una noche, donde no volvieron a tocar césped ni madera, entre sus dedos ya no se les escurría la vegetación, sus piernas unidas, pegadas, ya nunca mas se separarían, simples amantes del mar donde ahora tendrían que vivir eternamente en sus fauces. Nadando intermitentemente hacia aquella costa lejana, donde dicen que esta la cura, capaz es locura o mito.
Y allá van, sorteando su suerte entre mareas altas y bajas, esquivando oleajes amistosos y no tanto, algo ven a lo lejos, capaz sea su destino salvador o un nuevo comienzo para formar parte entre la mitología de los verdaderos humanos.

Por Kosmisch

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Amistad


Las amistades se convergen en manantiales, en osos buscando a su otro par para no pasar tanto frío, se agrupan en notas musicales como un Do o un Fa para dar la nota adecuada de sus entregas, se permiten crecer en órganos celestiales para seguir su viaje, se agrupan como mamushkas cuando uno esta afligido y así pasan su invierno de soledad y el abandono no existe ya que valió la pena intentarlo y allí las rosas crecen y se van sumando mas realidades, siguen su camino el elegido por su matriz orgánica, el catalogado por sus cimientos. Ladrillos conformados por muecas y abrazos, miradas que lo dicen todo, sonidos que hablan sin decir palabra alguna del alfabeto, carcajadas sin traiciones, risas sanadoras y encubridoras, sustancia limpia de desorden, hecha con esmero para que cada uno crezca con lo mejor de cada uno, es una palabra: Amistad.

martes, 6 de septiembre de 2011

La moneda Solar


Una linterna era lo que usaba un navegante de mares y sombras, en su barcaza de color violeta, corroída por la curtiembre empobrecida, que le toco vivir un 15 de junio, parpadeando otoños y humedades, con ese instrumento intentaba encontrar esa pequeña moneda de oro, fiel a sus primeros principios de coleccionista nato. Al buscarla y no hallarla, se ponían sus nervios mas inquietos, saltando de una pared venosa a la otra, carcomiendo sus ansiedades paralíticas, por esa última moneda que completaba el círculo de su carpeta de coleccionista, iba de a poco encontrando en sus recuerdos, vagas alusiones a donde podría encontrarla, las nubes que ocultaban la luminosidad lunar lo inquietaban cada vez mas, el único sustento y esperanza lo colocaba en su linterna de baterías, toda la noche buscando mordiéndose los bigotes por no hallar un alimento de recuerdo, para apaciguar su malestar sentimental, aclara su vista los primeros rayos mañaneros y las olas marinas lo saludan y se ríen al mismo tiempo, sus ojos venosos y su mirada ojerosa alcanza a ver en un pequeño oleaje el reflejo directo de un rayo solar rebotando en una moneda que se alejaba lentamente, lanzándole en cada centímetro de alejamiento, un puñal en su espalda, clavándose mas dócilmente en lo profundo de su columna nerviosa, su ultima mirada, antes de morir fue el brillo completo del disco solar, parecido a su amiga de felicidades, su última moneda.
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