La distancia se arremolinaba como un vendaval, lucía como lustro en centenario, como artífice de incontables años que le estaban por llegar, con sus botas cansadas, añejas por los años recorridos, no imaginaba nunca el ocaso de la mañana otoñal.
El día llegó y se retiró con los ojos abiertos, como despidiéndose de un viejo amigo de toda la vida.
Infancia, juventud y vejez, su materia lo condijo por mil lugares, hasta su último tesoro, la cama donde entregaría el último suspiro.
Por Kosmisch
Ese último sueño, al que todos llegaremos… Final, o quizá comienzo, de otra vida, otro sueño, quizá…
ResponderEliminarSentido y profundo…
Un placer y mil Bsoss!
Gracias Ginebra por pasar!!
Eliminarsaludos eternos
Y hay días en que todo parece despedirse, tomar su camino. El final en un lugar quizás ideal. Yo también te voy a seguir Kosmisch y espero nuestras letras se vuelvan a cruzar pronto!
ResponderEliminarUn saludo en esta noche helada.
Un blog fantástico, ya tienes un nuevo seguidor. Saludos desde http://faunacompacta.blogspot.com.es/
ResponderEliminarSaludos German, buen Domingo!
EliminarNo me gustaría saber cuando será mi último sueño, yo quisiera irme de pronto sin despedidas ni lamentos.
ResponderEliminarUn gran abrazo amigo que tengas una buena semana.
Hola Amiga Gladys! yo también quiero lo mismo je
Eliminarbuen Domingo!
No puedo creer la belleza de lo que leo que escribes..Impecable, prefecto..Me fascina este blog. :)
ResponderEliminarGracias Ale!! Siempre bienvenida!!
EliminarAbrazo grande !!
Que lindo, profundo y nostálgico :) está genial.
ResponderEliminarFeliz tarde.
Voy a seguir leyendo.
Hola gracias por pasar!! saludos !!
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