Nos retorcíamos en el ocaso de aquel viento veraniego, donde nadie nos preguntaba sobre aquellas frescas madrugadas, donde el sol respira mas rápido, al compás de la galaxia cercana, pulmón motor de todo lo que existe y las estrellas titilantes mostrando su húmeda victoria, en lo que concierne a su excitación, por latir al compás de los tambores, haciendo en grupo el mismo sonido, un solo latir, que nos une eternamente.
Por Kosmisch
hola,
ResponderEliminarbonito poema para empezar la semana
un saludito
Hola Serena gracias por pasar!
Eliminarsaludos =)
Me gustan tus poemas. Un beso.
ResponderEliminarHola Ny! gracias por pasar y comentar! cariños!
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