Que ricos aquellos sabores de
verano, donde nos reuníamos a tomar un té de charlas, de saberes y compartir
tertulias filosóficas y frescos amaneceres, tratando de buscar un sitio que nos
rememore aquel histograma oficial donde se suponía que serían pagas las recurrentes
mañanas, observe en una mesa seis bolas dispuestas a ofrecer su carta de
conocimiento, seis mentes, miles de recuerdos sublimados en un idioma para poder
expresarlo, ideas, formas y pensares, buscando un filtro mental para poder
expresarse, de seis sillas ocupadas pueden nacer las ideas que cambien un
mundo.
Por Kosmisch
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