Y llegaban las mareas, con su conciencia recurrente, sus ganas de comer arena, sus ganas de violar los terrenos circundantes, sus acciones de aguafiestas para las pieles humanas tostándose bajo el sol, ellas, las olas marinas, arremetían todo a su paso, conchas marinas, almejas y gorros usados burgueses, modificando el entorno veraniego, cumpliendo su función de hacerse presente, cumplir su mandato como reina y soberana del mar.
Por Kosmisch
Guauuuuuuuu, eso han hecho las olas en estos días en las costas Chilenas le hecharon a perder las vacaciones a muchos y los negocias a varios comerciantes, muy bien acertada tu descripción de las olas gigantes. Me gusto el paseo por tu blogs.
ResponderEliminarGracias Amiga! espero que mejore todo por allí !!
Eliminarabrazo grande!
La naturaleza, amiga María, es el mayor ser vivo que habita el planeta, pero los prepotentes humanos nunca contamos con él, vivimos de espaldas a sus leyes, al fluir de su existencia...
ResponderEliminarUn abrazo.
Saludos Servillo, gracias por pasar !
EliminarIrreflenable fuerza la del mar, tan contundente como tu texto. Abrazo
ResponderEliminarAsí es Teresa, las mareas del cambio, como la vida misma!
Eliminarsaludos !!