La fiesta había comenzado, invitados por doquier concurrían en ese momento, solo faltaba el dueño, que que agasajaba a los presentes de aquella reunión cumbre, todos lo esperaban con una copa en mano y canapés de tortuga en la otra, el tiempo transcurría y se limitaba la espera, haciendo preocupar a los concurrentes, luego llega la hora final y cada uno regresó a sus hogares, nadie averiguó mas, ya no importaba, la procedencia de aquella falta, la fiesta siguió su curso hasta el fin y cada uno lleno sus apetitos divergentes, solo uno si que lo buscó, aquel que organizó la fiesta, aquel a quien el rey le debía todo.
Por Kosmisch
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