Y el cielo se iluminó
Entre pastos y penumbras
Un perro ladró a lo lejos, avisando a su dueño lo ocurrido
Y los gallos corrían a encontrarlo
Para escarbárle de esas zarzas hambrientas la visión iluminativa del despertar llamativo
Pero el peón despertó igual, alegrándose de la puntualidad amanecida
Llamó a todos a concilio, alterado por la contienda terrenal
Puso a todos en recelo vitamínico
Para que se alimenten solamente
Del ojo dorado despertado
Por Kosmisch
Me gustó mucho leerte, me quedare por acá leyendo más,
ResponderEliminargracias por visitar mi blog y también te seguiré.
Un abrazo y que estés muy bien
Suena a cuento de esos antiguos como los que me contaba mi abuelo.
ResponderEliminarAbrazos querido amigo.