Toques puros de nuez, abrazo hasta que seamos ancianos, compañeros triunfantes y trabajadores, abrazo de elevada edad en otoño, primavera y verano, bajo un árbol de hojas cayendo, caricias mientras nos sentimos, mientras sonreímos, dejando que las hojas otoñales sigan desprendiéndose y formando una cama donde nos podamos tirar a descansar y esperar que la vida nos lleve por el mismo camino, sos mi compañera infaltable, mi madama de deseos y perdones, mi celosía de cosas vanas y mi clamante saciedad de la vida.
Por Kosmisch
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