Así le decían a la elegancia del siglo pasado, que se basaba
en telas por doquier y alumbramientos masivos en ropajes sin sentido, en poses
prefiguradas y frías que dictaba el marioneta de turno, con la tarea de guiar
como bailarines la pasarela de modelos alzadas por el flash de la luz, captando
ese momento justo y claro cuando el zapato se quiebra y cae de bruces su
contenido de la pasarela, aquel momento fugaz pero eterno para la pobre y
desdichada modelo del siglo.
Ilustración: Frank Stone
Por Kosmisch
Bueno, era otra epoca.
ResponderEliminar¡a mi me encantaba sin duda!
Besos
Cada etapa nos va mostrando travesías por la vida del presente. Ahora usamos poca ropa y nos envolvemos en desaliño.
ResponderEliminarSaludos grandes y renovados.