Me sonreía aquel día un animado conejo, con la esperanza de
recibir su tan esperada zanahoria rojiza, le dije que no tenia, pero sus ojos
no registraban duda alguna, malcriado por su alimento diurno y nocturno, no quería
entender su triste realidad, parado como marfil, mantenía sus orejas paradas esperando aquel ruido delatador de mi caja de alimentos, pero que
hoy esta vacía, y así esperó, hasta aquel día donde mi tierra germinó aquella
esperanza esperada, no lo consiguió por su falta de voluntad, sino su propia
meta y esperanza.
Por Kosmisch
ese conejo hizo que muchas veces me golpeara contra el suelo de una tierra que no era la mía tras caer por aquella madriguera, a aquel conejo persigo cada noche en incansables sueños, más nunca lo alcanzo y sólo me queda el recuerdo de su blanca figura desapareciendo en la neblina de estas madrugadas de junio..
ResponderEliminarSaludos! nueva x acá.. muy bueno lo que escribis... te sigo! ♥
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