Como cuando se te congela la heladera, como cuando quieres gritar y nadie te escucha, como cuando lo que tienes que haces es ir decididamente a correr por la nieve, aunque te congeles paulatinamente, pero la cosa es correr, no se sabe donde, nadie sabe donde uno corre, salvo que a uno le este persiguiendo alguien. La eutanasia de ir a ese lugar recóndito donde nadie sabe donde estas, donde igual nadie te busca, donde la esperanza se consagra con el logro de tus apetencias sexuales, donde lo que cuenta son los votos del partido de tu capital, donde nadie mas es ley y legitimo rey, sino el de al lado. Voy llegando a mi objetivo, cerca lo veo y ya no me dan las palabras ni las articulaciones para caerme redonda en plena falda de usted, bella dama de los 60s.
-Despiérteme cuando todo esto termine- le digo a la señora, que con delicadeza me levanta y me deja en un sobre de telgopor.
El frío aminora su paso, el día esta cerca , lo que mejor podemos hacer es siempre movernos, hacia donde dicte el corazón, ese es el mejor camino que podemos elegir.
Por Kosmisch
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