Resultaba tranquilizador, esperar el amanecer junto a su perro, llamado Tomas y ver el sol como nacía de forma ascendente alarmante hacia los cielos azules, y como , a lo largo del océano , se reflejaba lo mas imparcial del universo, el color reflejado en donde comienza y termina lo dado, lo instalado como ley divina, como argumento de la creación, como intervención celestial como diluvio esperado, como mana del cielo, con sus justas lagrimas doradas y su apremiante canto de pájaros acompañados.
Por Kosmisch
Hemosa entrada
ResponderEliminarBeso
Me encantó su escrito Kosmisch.
ResponderEliminarAbrazos.
Bello sentir, hermosas letras igual a la imagen que habla por si sola, es un placer leerte.
ResponderEliminarSaludos.
Hermoso escrito, intenso, inundado de imágenes y sensaciones.se disfruta leerte.
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