Dejemos de darle al cuerpo gotas de amargura para darle gotas de aceptación a lo que somos y tenemos, gotas que harán crecer la semilla interior que nos crece dentro y que cuando valla creciendo seremos cada vez más nosotros mismos.
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miércoles, 28 de julio de 2010
La preocupación
La preocupación corroe al hombre, lo elimina, lo pudre, lo toma como prisionero y no lo deja libre.
Dejemos de darle al cuerpo gotas de amargura para darle gotas de aceptación a lo que somos y tenemos, gotas que harán crecer la semilla interior que nos crece dentro y que cuando valla creciendo seremos cada vez más nosotros mismos.
Dejemos de darle al cuerpo gotas de amargura para darle gotas de aceptación a lo que somos y tenemos, gotas que harán crecer la semilla interior que nos crece dentro y que cuando valla creciendo seremos cada vez más nosotros mismos.
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