Niños pequeños en cuerpos de adultos o de ancianos, estos niños interiores que aún no se expresan por sueños o actos incumplidos y/o reprimidos en el pasado, este Ser ya no crece mentalmente, queda en el país de nunca jamás dentro de su materia, de su mente infantil, ni su humor cambia, ve reflejado en la sociedad lo que le paso de pequeño. La curación de un adulto (o niño) consiste en hacer actuar a ese pequeño huérfano que esta falto de actos y de alegrías, huérfano de actos liberadores de su espíritu.
Luego algunos se dan cuenta de adultos estos hechos y trabajan en eso y se van liberando, otros por miedo y culpa de no “pertenecer” a algo, se quedan parados para siempre.
Roca eterna en el pecho que perdura hasta la tumba, impregnada de ritos, culturas, costumbres familiares y sociales.
Luego al crecer y mezclarse en la segunda sociedad (la primera es la familia) va reflejando lo que vivió con su círculo de sangre, lo “bueno” y lo “malo”, problemas no resueltos con la madre y con el padre que se ven manifestados mas tarde en las relaciones tanto amorosas o de amistad.
Entender los bloqueos infantiles y desbloquearlos ayuda enormemente, observar el pasado para entender de donde venimos y hacia donde vamos, de que manera es nuestro árbol genealógico y como se constituye, nos ayudará para comprender a nuestra familia y a nosotros mismos y con esto una pluma nacerá en nuestras alas, miraremos las cosas de diferente forma, comprenderemos porque actuaron así nuestros padres y los diversos personajes de nuestras ramas genealógicas y no los culparemos porque capaz ellos también fueron criados de la misma manera en que tratan a sus hijos y llegar a perdonarlos conscientemente para poder perdonarnos a nosotros.
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