Vladimir también toco las gaitas y las trompetas, conformando un elixir para los oídos extranjeros, que se deleitaban escuchando los sollozos cantos y sonidos naturales, sueños reales, ensueños, cantos primigenios para alertar a los espectadores, miran al horizonte para ver crecer el sol matinal a la estepa de prominencias y estallidos cósmicos, de las verdades contenidas en un puñado de arena, comprometidos cada uno en su propia realización, como los pájaros reunidos a lo alto de la copa de un árbol, para despertar y acompañar a los suyos en su nueva mañana que comienza, un nuevo día para seguir comprendiendo la vida, para seguir conociéndose y conocer para que estamos aquí.
¡Gloria a sus cantos! Miren y escuchen, Vladimir tiene algo que decir: “No se olviden de traer toallas, para protegerse de la lluvia y así sus picos y gargantas se encontraran a salvo, en perfectas condiciones para seguir cantando y felicitando al sol por salir cada mañana.
Por Kosmisch
enorme.. felicitaciones
ResponderEliminarte miro!!!
Nunca hay que dejar de volar...
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