No se de donde nació ese picor, esas ganas del líquido, pero se inicio en los días de mi infancia, mientras caminaba sobre veleros y miraba el sol nacer, mientras me arremetía contra el mar bravo y contra los peces sedientos de algas marinas, no se por donde ni porque comenzó todo, pero un día me sentí con fuerzas de entrar al mar y no salir mas, no se cuando, pero ya estaba sumergido en ese liquido pesado pero apabullante a la vez que me quitaba el oxigeno hasta que mis pulmones se acostumbraron a su quietud estabilizada.
Y allí me quede, entre amistades húmedas y sabores salados, entre compañeros escurridizos e infinitas burbujas, ya tenia que ver lo que merecía, ya puedo subir a la superficie antigua y respirar de otro modo.
Por Kosmisch
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