Los recuerdos surgen cuando menos uno los espera, pueden ser milagrosos, retumbantes, como ráfagas de aliento cuando lo necesitas, pero cuando se es uno mismo, vienen en tandas alternadas, de remedios sanadores para el alma, como la mano en el hombro de un padre, en el momento justo, el aroma de ese padre que esta lejos, pero cerca, cuando se siente al lado de uno, su aroma, su energía, te siento, padre, en donde estarás te siento, me acompañas sin decir nada, solo observando, no te esperaba hoy , pero aquí estar, en mi hombro, espero que estés bien, y me alientes en mi camino, hacia donde todos vamos, pero mientras, aquí esta el presente vividor , al que tenemos por delante, hasta que digamos basta. Para comenzar nuevamente renovador, en otra aventura del vivir.
Por Kosmich
No hay comentarios:
Publicar un comentario